jueves, 28 de abril de 2016

Nueve fallas que provocan la renuncia de buenos empleados

18 de abril de 2016 - Por ELNUEVODIA.COM

Los empleados eficientes no toleran aburrirse o que se les coarte en su creatividad y desarrollo profesional. (Archivo / GFR Media)

No hay nada más nocivo para una empresa que ver renunciar a sus empleados más eficientes. Los gerenciales o administradores tienden a buscar excusas e ignorar el verdadero problema: los empleados no renuncian a sus empleos, sino a los supervisores. Sin embargo, todo esto cambiaría si el patrono se enfoca en entender las fallas de muchos supervisores que aceleran la salida de empleados buenos. De acuerdo con un blog publicado en el Huffington Post, todo lo que se necesita es aprender sobre el comportamiento del buen empleado para así retenerlo.

1. Recargan de trabajo extra a los empleados
Es una práctica tentadora para muchos supervisores que ignoran el exceso de trabajo al empleado. Lo hacen sentir "penalizado" por su buen desempeño, algo totalmente contradictorio.

2. No reconocen las contribuciones o recompensan el buen trabajo Los supervisores necesitan exaltar la eficiencia de sus subordinados. Una palmada en la espalda no debe ser subestimada.

3. No les importan los empleados
Más de la mitad de los buenos empleados que renuncian lo hacen debido a la relación que mantenían con sus jefes. Las empresas astutas promueven que los supervisores no solo actúen con profesionalismo, sino que también tengan buen tacto. Se trata de supervisores que celebren los logros de sus empleados y que sean empáticos.

4. Incumplen sus promesasCuando una persona mantiene su compromiso, se crece ante los demás. Esto para un empleado significa que su supervisor es confiable y honorable; dos cualidades muy importantes en cualquier jefe.

5. Reclutan y promueven a las personas incorrectasA los buenos empleados les gusta trabajar con profesionales. Cuando los supervisores no hacen su trabajo contratando personas eficientes, crea la desmotivación entre aquellos que son buenos empleados. Promover a las personas incorrectas es peor, es considerado un insulto para aquellos que dan la milla extra.

6. Impiden que respondan a sus pasiones Los empleados talentosos son apasionados. Proveerles el espacio para darles rienda suelta a sus pasiones es una forma de mejorar su productividad y su satisfacción por el empleo. En cambio, los jefes que no saben esto piensan que la productividad bajará si permiten que expresen su pasión por lo que les gusta.

7. Fallan en desarrollar destrezas Un buen supervisor es aquel que escucha al empleado y recibe su "feedback". Los más talentosos quieren escuchar ese comentario de sus supervisores; quienes lo evitan provocan aburrimiento.

8. Ausencia de creatividad Los empleados más talentosos buscan mejorar todo lo que tocan. Si un supervisor disipa o pone a un lado su habilidad para cambiar y mejorar las cosas promueve que el empleado renuncie porque se siente estático.

9. No retan a la gente inteligente Los grandes jefes retan a sus empleados para que logren cosas que parecen inconcebibles. Cuando los buenos empleados realizan tareas demasiado fáciles o aburridas optan por buscar otros empleos.

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